Me e visto reflejada en la fría madrugada;
En el espejo presencio la creación
De aquella piel candorosa y casta de mi cuerpo,
Deslumbrante ante los ojos de quien me ve.
Todavía no es de mañana,
Por que la luna sigue encadenada,
Es esclava de la noche
Y fugitiva en las madrugadas.
Cuando despunten los rayos del sol por mi ventana,
La luna perderá su magia,
Para que Apolo deshaga mi belleza añejada.
Me he visto reflejada en la calida mañana,
En el espejo presencio las arrugas marcadas,
De una vida bien aventurada.
Sin dejar de decir que mi hermosura es como
La de un buen vino añejo.
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